Según Daniel Goleman, la autoconciencia, o conciencia emocional, se refiere a la habilidad de conocer tus emociones, tus fortalezas y debilidades personales. De esta manera se logra tener un fuerte sentido del valor propio. Ahora bien, es importante tomar en cuenta los componentes de este fenómeno con mayor detalle. La conciencia emocional también es la capacidad de reconocer emociones propias, ajenas y sus efectos en nuestro comportamiento y percepción de las situaciones.
¿Cómo se ven las personas autoconscientes?
1. Estas personas saben nombrar la emoción que sienten en un momento dado y el “por qué” de esa emoción.
2. Comprenden la relación entre sus emociones, pensamientos, acciones y comportamiento.
3. Entienden el impacto que tienen las emociones en su desempeño personal y laboral.
El ser consciente de las emociones propias y de cómo estas afectan nuestro comportamiento y percepción es crucial para interactuar efectivamente con los demás. De esta manera logramos agilizar procesos internos dentro de nuestras organizaciones, logramos cohesión en los equipos y una sólida comunicación con nuestros clientes.
Más allá de las paredes de la oficina o de las reuniones de Zoom, la conciencia emocional es imprescindible para la salud mental y bienestar personal. El darnos espacios para comprender de dónde vienen nuestras emociones, en cuáles situaciones y por qué aparecen, nos ayuda a notar patrones en nuestro comportamiento que puedan ser nocivos. De esta manera logramos desarrollar mecanismos de defensa ante emociones que nos produzcan sensaciones negativas.
Para comprender las emociones ajenas y propias, se requiere de una buena comprensión de nuestras fortalezas, debilidades y límites. De esta manera somos más propensos a recibir retroalimentación, implementarla con éxito y adoptar nuevos comportamientos. El conocimiento propio nos ayuda también a saber en cuáles situaciones somos más propensos a actuar de mala manera y cuáles solemos llevar mejor. No solo nos sirve de aviso, sino también de lección. Una vez que conozcamos nuestras tendencias, podemos desarrollar herramientas de reacción para trabajar con un buen manejo de las situaciones que se nos presentan a diario.
¿Por qué es importante la conciencia emocional para líderes y negocios?
Sin la autoconciencia, muchos líderes pueden caer en tendencias nocivas a la hora de tratar con empleados y clientes. Por ejemplo, si un mánager está liderando una presentación de ventas y no es consciente de cómo reaccionará ante situaciones incómodas o no tiene una manera de prevenir una reacción negativa, podría meterse en problemas él y/o la empresa a la que representa.
A continuación, te dejo 5 tips para desarrollar la conciencia emocional
1. Recibir retroalimentación constantemente. Es imprescindible tener información externa de nuestro desempeño. De esta manera podemos aprender sobre comportamientos o hábitos que debemos cambiar.
2. Tener dónde escribir los planes claves y prioridades. Líderes exitosos, como Warren Buffet, cuentan con diarios en los que detallan el “por qué” de sus acciones y conclusiones. Antes de invertir, Buffet analiza sus motivaciones y razones para poder tomar la decisión con mayor éxito.
3. Contestar preguntas como: ¿Qué estoy tratando de lograr?, ¿Qué hago que esté funcionando y qué no?, ¿Qué debo cambiar?, ¿Hacia dónde quiero llegar?
4. Tomar tests psicométricos. Estos nos ayudan a comprender nuestras personalidades y tendencias de comportamiento. Algunos ejemplos son el Myers Briggs y el Entreprenurial Aptitude Test.
5. Poner atención sobre lo que nos molesta de los demás. Esta puede ser información clave que nos comunica importantes aspectos de nuestra personalidad.
En resumen
La autoconciencia puede sonar como un término abstracto y misterioso. El concepto puede hasta interpretarse como “jerga de recursos humanos”. Pero, en él encontramos información valiosa de la naturaleza humana.
El conocimiento emocional es sencillamente un hábito que nos permite entender qué nos quiere decir nuestra mente. Nos explica por qué sentimos lo que sentimos, por qué nos comportamos de ciertas maneras y por qué nos comportamos como lo hacemos.
Hay distintas maneras de cultivarlo, desde la reflexión, hasta tener un diario de planeamiento y prioridades. La autoconciencia es el mensajero más sabio que poseemos y el que más a menudo ignoramos.
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